Que es la psicología oscura
¿Qué es la psicología oscura? Una parte poco conocida de los manejos de la mente.
Se denomina psicología oscura al manejo emocional de las personas y a la forma profesional de tratar de evitarlos
La psicología, que es la ciencia médica que estudia y analiza la esencia y los orígenes de las diferentes alteraciones anímicas y emocionales, así como también lo subjetivo de las percepciones humanas y los cambios que estas percepciones determinan en los diferentes comportamientos de las personas, toma fundamental relevancia cuando se trata de aclarar los extraños recovecos de la psicología oscura.
La base más importante de la psicología tradicional se centra en tratar morigerar o atenuar las ansiedades y angustias de las personas como habitantes de una sociedad muchas veces hostil hacia ellos, pero existe una rama de la ciencia (la psicología oscura), merece un apartado cuasi particular.
la psicología oscura centra su atención en todas las estrategias que utilizan muchos individuos con la firme intención de controlar y manipular a los demás, y con el único fin de satisfacer y lograr sus propios objetivos por medio de instancias emocionales que despliegan sin prurito alguno sobre sus indefensas víctimas.
Los tres tipos de estrategias que contempla la psicología oscura como fundamentales al momento del control del prójimo son: El narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. Tan importante son estas actitudes manipuladoras que conforman la “tríada oscura”, de esa psicología oscura.
Los psicólogos refieren que, narcisismo, maquiavelismo y psicopatía, son procesos subclínicos (no se trata de verdaderas enfermedades), por lo que no se puede esperar de los portadores de estos procesos ningún tipo de “cura”. Es por eso por lo que la psicología oscura busca ayudar, más a las posibles víctimas de estos manipuladores, que a los manipuladores mismos.
La especialidad psicología oscura, aclara que los manipuladores crónicos siempre van a presentar un trastorno mental evidenciado por una falta de identificación con el prójimo (empatía) y ausencia de remordimiento ante las esperables consecuencias de sus actos.
La manipulación y el engaño, junto con los comportamientos antisociales de los individuos estudiados por la psicología oscura, quedan habitualmente opacados por un elevado nivel encanto personal y carisma, lo que hace que las desatentas víctimas puedan ser convertidas en objetivos fáciles de estos manipuladores.
Los tres componentes esenciales de los manipuladores eran, como dijimos, el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. El maquiavelismo forma parte de una personalidad, donde el individuo considera imprescindible la manipulación de sus semejantes para lograr alcanzar el éxito tan anhelado en la vida. Se mueve actuando siempre bajo este principio, añadiendo facetas de cinismo en su comportamiento.
El narcisismo encubierto, una peligrosa rama del narcisismo convencional, es otra de las características prioritarias del manipulador encuadrado en los principios de la psicología oscura, dado que este tipo de personajes son más difíciles de detectar y por ello siguen actuando indiscriminadamente.
Siguiendo con la necesidad imperiosa de la extraña rama de la ciencia psicológica, la psicología oscura, de alertar sobre la gravedad de la manipulación social que muchos individuos utilizan como medio de manipular su medio ambiente.
El cuadro del narcisismo encubierto es factible de ser autocontrolado por el propio narcisista pasando habitualmente inadvertido. La motivación principal del accionar de este tipo de individuos es la necesidad imperiosa de reafirmar su propia autoestima constantemente, dado su marcado complejo de inferioridad.
Ya explicamos que los manipuladores sociales, los denunciados a través de la psicología oscura, son narcisistas, muchas veces encubiertos y otras, abiertamente manipuladores. Un agregado, habitual y cuasi necesario para que los narcisistas manipuladores puedan cumplir con éxito sus oscuros fines es que cuentan también con un grado sobreagregado de psicopatía subclínica.
La psicopatía subclínica se caracteriza por presentar una personalidad con escasos niveles de responsabilidad, y de escasa amabilidad respecto al resto de los narcisistas.
La psicología oscura alerta que, a partir de la denominada “tríada oscura”, que está constituida por el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía, recién mencionada.
Muchos estudiosos indican sobre la necesidad de añadir un ingrediente más a los tres referidos y con identidad propia, se trata del sadismo. Patología que caracterizado por el enfermizo placer del sádico de disfrutar con el sufrimiento de las demás personas. Es de aclarar que, en este apartado de la psicología oscura, todos estos trastornos de la personalidad son mucho más leves y encubiertos que en las patologías psiquiátricas puras.
Para tratar de evitar que estos manipuladores sociales nos “ataquen” inesperadamente, existen rasgos particulares que alertan sobre estas personalidades encubiertas, y que son diez puntos claves para entender la necesidad de existencia de la novedosa psicología oscura.
Esos diez puntos nos explican sobre los rasgos y las personalidades que estudia la psicología oscura, además de lograr identificar, a través de estos datos a los individuos pasibles de ser potenciales manipuladores. Hoy día, estas bases se utilizan para identificar (y evitar su ingreso) de potenciales candidatos en entornos académicos o laborales, lugares muy predispuestos a recibir el ataque de las prácticas de manipulación, y así eliminarlos de los procesos de selección.
Los diez puntos que explica la psicología oscura y que nos tienen que preocupar al momento de tratar con las demás personas con capacidad de interactuar en nuestro entorno presentan:
1. Un encanto personal de tipo distendido, con un gran atractivo al momento de iniciar las relaciones personales con las futuras “víctimas”.
2. Una inteligencia muy particular y en apariencia por encima del promedio habitual.
3. Una forma de actuar sin presentar incoherencias ni pensamientos fuera de lugar.
4. Una ausencia de nerviosismo ante las habituales situaciones tensionantes.
5. Arranques espontáneos de conductas antisociales sin justificación aparente.
6. Una llamativa incapacidad para identificar y demostrar sensación de vergüenza.
7. Una total dificultad para lograr un aprendizaje basado en la experiencia. Hacen lo que saben.
8. Una incapacidad para amar o demostrar afectos puros hacia las demás personas.
9. Relaciones afectivas dominadas siempre por una inestabilidad emocional casi infantil.
10. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpabilidad ante sus acciones negativas.
Los principios del estudio de la psicología oscura nos alertan que en cualquier persona donde se presentan las siguientes características, o una gran parte de ellas, es muy factible que nos hallemos ante e un individuo con rasgos de psicopatía subclínica o de bajo perfil:
Una forma de actuar sin presentar incoherencias ni pensamientos fuera de lugar. Una ausencia de nerviosismo ante las habituales situaciones tensionantes. Arranques espontáneos de conductas antisociales sin justificación aparente. Una llamativa incapacidad para identificar y demostrar sensación de vergüenza. Una total dificultad para lograr un aprendizaje basado en la experiencia.
Hacen lo que saben. Una incapacidad para amar o demostrar afectos puros hacia las demás personas. Relaciones afectivas dominadas siempre por una inestabilidad emocional casi infantil. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpabilidad ante sus acciones negativas.
La psicología oscura determina en estos casos que los sujetos en cuestión tienen una enorme falta de control sobre ellos mismos y que siempre actúan con una marcada insensibilidad, tomando a las demás personas como simples “cosas”, a las que no es válido darle una mayor entidad que la de simples cosas.
Si hablamos de psicología oscura, se puede decir que ésta es el arte y la ciencia de la manipulación y control, tanto de parte de los profesionales que buscan alertar a los ciudadanos de la existencia de los manipuladores seriales, como de parte de estos mismos manipuladores para lograr, por vía del “psicologismo”, manejar con mayor entidad a sus víctimas.
Si bien la psicología es el estudio del comportamiento humano y es fundamental para nuestros pensamientos, acciones e interacciones, el término psicología oscura es el fenómeno mediante el cual las personas usan tácticas de motivación, persuasión, manipulación y coerción para obtener lo que quieren.
Los profesionales que estudian psicología, dependiendo de la rama en la que se inclinen, puede que reconozcan el término “La tríada oscura”. Término éste que se refiere a lo que muchos criminólogos señalan como un elemento predictivo revelador de comportamientos potencialmente delictivos, y en menor magnitud de evidencia de relaciones problemáticas y constantemente rotas.
La mentada Tríada Oscura de la manipulación, siempre va a incluir en los individuos portadores de ella, claros rasgos de:
Narcisismo: Donde el individuo deja trascender clara muestras egoísmo, grandiosidad en su forma de comportarse y falta de empatía para con los demás.
Maquiavelismo: Donde el individuo utiliza la manipulación psicológica para engañar y así explotar a los demás, haciendo gala de una falta total del sentido de la moralidad.
Psicopatía: Gracias a este rasgo, altamente patológico, el manipulador social se presenta a menudo como un ser encantador y amigable, pero por debajo de este “disfraz” de humildad anímica, se caracteriza por la impulsividad, el egoísmo, la falta de empatía y la falta de remordimiento.
El componente prioritario de los que utilizan la psicología oscura como medio de sometimiento, son las tácticas de manipulación. Dichas tácticas pueden hallarse, “inocentemente” incluidas en avisos comerciales, anuncios de páginas de Internet, tácticas de venta e incluso en la forma de manejar el personal de muchos jefes y encargados.
Los adolescentes en forma habitual y reiterada utilizan comportamientos compatibles con los principios de la psicología oscura para tratar de lograr sus objetivos. Casi todas las personas, incluso las del núcleo más íntimo, a menudo utilizan (sabiéndolo o no), la manipulación encubierta y la persuasión oscura. Aunque parezca algo muy distante, estas tácticas son de uso habitual en la gente común y corriente.
Entre las múltiples estrategias que utiliza la psicología oscura, a través de los manipuladores sociales para cumplir con sus metas de sometimiento se halla las siguientes:
La inundación de amor: Es la estrategia de los halagos constantes, del exceso de manifestaciones afectivas o de tratar de abrumar afectivamente a la otra persona para inmediatamente pedir un favor a cambio de todas esas expresiones amorosas.
La mentira: Los manipuladores utilizan los diversos trucos de la mentira para manejar las situaciones, así la exageración, el falseado de las situaciones, las verdades parciales o el armado de situaciones inexistentes son sus armas.
La negación del amor: Apoderarse de la atención del otro y “secuestrarle” el afecto.
La abstinencia afectiva: Objetivo que se logra evitando emocionalmente a la otra persona a través de las tácticas del silencio.
La restricción de las elecciones: El manipulador aporta a su “víctima” distintas opciones afectivas con el solo fin de distraer a la persona de una elección que ese manipulador desea que le otro no tome.
La psicología inversa: Consiste en decirle a una persona que cumpla con algo puntual con la firme intención de llevar a esa persona a hacer lo contrario que, al final de cuentas, es el real deseo del manipulador.
La manipulación semántica: Consiste en el uso de determinadas palabras que, en principio se supone que tienen una definición dada, pero que el manipulador las tergiversa dándole un significado diferente. No nos olvidemos que las palabras tienen una potencia “manipuladora” son poderosas e importantes.
Mientras que algunas personas que usan estas tácticas oscuras saben exactamente lo que están haciendo y tienen la firme intención de manipular al otro para lograr su objetivo, otras usan tácticas oscuras y poco éticas aún sin ser ellos mismo plenamente conscientes de la gravedad de lo que están realizando y por ello son cuasi más peligrosas que los referentes del primer grupo.
Este último grupo de personas manejan ese tipo tácticas de la psicología oscura porque, tal vez las aprendieron inconscientemente tácticas durante la infancia de parte de sus padres, mientras que otros aprendieron esas mismas tácticas en la adolescencia o ya bien de adultos y por mera casualidad: Un día utilizaron una táctica de manipulación involuntariamente y “mágicamente” les funcionó, consiguiendo lo que buscaban. Por lo tanto, ante ese éxito inesperado, continuaron utilizando esas tácticas que los ayudaron a salirse con la suya.
No siempre la utilización de la psicología oscura es parte de un individuo con una mentalidad patológica. En algunos casos, las personas fueron deliberadamente capacitadas para utilizar esas tácticas oscuras, aunque parezca mentira. Los programas de formación laboral que enseñan las “adecuadas” tácticas de persuasión, no son más que recursos de la psicología oscura, que muy poco éticamente suelen ser incorporadas a los programas de ventas o las tácticas de marketing, sin asumir que usar la psicología oscura, es muchas veces nefasto y no… Un simple negocio.
Muchos de estos programas utilizan tácticas rescatadas de la psicología oscura para posicionar una marca comercial o vender un producto con el único fin de conseguir un lucro personal o a lo sumo una ganancia para la empresa, pero nunca para el cliente. Dado que estos programas de formación por vía de la psicología oscura persuaden a las personas de la utilización de estas tácticas manipuladoras no se salen de las reglas comerciales y además benefician al comprador, comprador que verá que su vida es mucho mejor al compran el producto o servicio.
Entonces, ¿Quiénes son los que usan la psicología oscura, y las tácticas de manipulación, para lograr un ansiado, y casi siempre esquivo, logro personal? Una escueta lista de “curiosos personajes” que se benefician de la psicología oscura y su tríada de manipulación dará un poco de luz al tema.
Quienes utilizan rutinariamente estas tácticas oscuras son:
Los narcisistas: Todos los que cumplen con el diagnóstico clínico de narcisismo presentan un alto grado de autoestima, pero se trata de una falsa autoestima que esconde, por debajo, un crónico y severo complejo de inferioridad. Los narcisistas necesitan constantemente que otros validen su omnipotente e infantil creencia de ser individuos superiores. Estos narcisistas sueñan con ser adorados, elogiados y halagados, usando para ello, todas las tácticas de la psicología oscura: Manipulación, persuasión y muy poca ética.
Los sociópatas: las personas que cumplen con el diagnóstico clínico de la sociopatía a menudo son encantadoras, inteligentes, pero de repente demasiado impulsivas.
Estos sociópatas, debido a la carencia de emocionalidad y capacidad de sentir remordimiento, usan las tácticas de la psicología oscura para construir una relación afectiva banal y luego de ello se aprovechan de las personas a las cuales “sometieron” manipuladoramente.
Los abogados: No todos los abogados, ero alguno de ellos, se obsesionan tanto con ganar su litigio que pueden recurrir al uso de tácticas de persuasión y psicología oscura, para lograr el resultado anhelado.
Los políticos y funcionarios: algunos políticos y personal gubernamental, utilizan los fundamentos de la psicología oscura y tácticas de persuasión oscuras para convencer a la gente de que tienen la razón y la solución para de este modo obtener los ansiados votos.
El personal de ventas: Muchos vendedores se obsesionan tanto con conseguir una venta que no dudan en utilizar las tácticas de la psicología oscura para motivar y persuadir al cliente para que adquiera su producto.
Los líderes: Es común que en el trabajo de liderazgo se usen tácticas nacidas de la psicología oscura para conseguir mejorar el cumplimiento, una mayor predisposición o un mejor nivel de respuesta de los subordinados.
Los oradores públicos: Según el nivel de compromiso o el nivel de fanatismo, hay oradores que usan las tácticas oscuras para exaltar la emocional de la audiencia para potenciar su propia capacidad de convencimiento.
La gente egoísta: Este tipo de individuos suelen echar mano las tácticas de la psicología oscura, utilizando esas tácticas para satisfacer sus propias necesidades, incluso a expensas de otras personas, sin importarles los resultados finales de ganar o perder.
La base más importante de la psicología tradicional se centra en tratar morigerar o atenuar las ansiedades y angustias de las personas como habitantes de una sociedad muchas veces hostil hacia ellos, pero existe una rama de la ciencia (la psicología oscura), merece un apartado cuasi particular.
la psicología oscura centra su atención en todas las estrategias que utilizan muchos individuos con la firme intención de controlar y manipular a los demás, y con el único fin de satisfacer y lograr sus propios objetivos por medio de instancias emocionales que despliegan sin prurito alguno sobre sus indefensas víctimas.
Los tres tipos de estrategias que contempla la psicología oscura como fundamentales al momento del control del prójimo son: El narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. Tan importante son estas actitudes manipuladoras que conforman la “tríada oscura”, de esa psicología oscura.
Los psicólogos refieren que, narcisismo, maquiavelismo y psicopatía, son procesos subclínicos (no se trata de verdaderas enfermedades), por lo que no se puede esperar de los portadores de estos procesos ningún tipo de “cura”. Es por eso por lo que la psicología oscura busca ayudar, más a las posibles víctimas de estos manipuladores, que a los manipuladores mismos.
La especialidad psicología oscura, aclara que los manipuladores crónicos siempre van a presentar un trastorno mental evidenciado por una falta de identificación con el prójimo (empatía) y ausencia de remordimiento ante las esperables consecuencias de sus actos.
La manipulación y el engaño, junto con los comportamientos antisociales de los individuos estudiados por la psicología oscura, quedan habitualmente opacados por un elevado nivel encanto personal y carisma, lo que hace que las desatentas víctimas puedan ser convertidas en objetivos fáciles de estos manipuladores.
Los tres componentes esenciales de los manipuladores eran, como dijimos, el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía. El maquiavelismo forma parte de una personalidad, donde el individuo considera imprescindible la manipulación de sus semejantes para lograr alcanzar el éxito tan anhelado en la vida. Se mueve actuando siempre bajo este principio, añadiendo facetas de cinismo en su comportamiento.
El narcisismo encubierto, una peligrosa rama del narcisismo convencional, es otra de las características prioritarias del manipulador encuadrado en los principios de la psicología oscura, dado que este tipo de personajes son más difíciles de detectar y por ello siguen actuando indiscriminadamente.
Siguiendo con la necesidad imperiosa de la extraña rama de la ciencia psicológica, la psicología oscura, de alertar sobre la gravedad de la manipulación social que muchos individuos utilizan como medio de manipular su medio ambiente.
El cuadro del narcisismo encubierto es factible de ser autocontrolado por el propio narcisista pasando habitualmente inadvertido. La motivación principal del accionar de este tipo de individuos es la necesidad imperiosa de reafirmar su propia autoestima constantemente, dado su marcado complejo de inferioridad.
Ya explicamos que los manipuladores sociales, los denunciados a través de la psicología oscura, son narcisistas, muchas veces encubiertos y otras, abiertamente manipuladores. Un agregado, habitual y cuasi necesario para que los narcisistas manipuladores puedan cumplir con éxito sus oscuros fines es que cuentan también con un grado sobreagregado de psicopatía subclínica.
La psicopatía subclínica se caracteriza por presentar una personalidad con escasos niveles de responsabilidad, y de escasa amabilidad respecto al resto de los narcisistas. La psicología oscura alerta que, a partir de la denominada “tríada oscura”, que está constituida por el narcisismo, el maquiavelismo y la psicopatía, recién mencionada.
Muchos estudiosos indican sobre la necesidad de añadir un ingrediente más a los tres referidos y con identidad propia, se trata del sadismo. Patología que caracterizado por el enfermizo placer del sádico de disfrutar con el sufrimiento de las demás personas. Es de aclarar que, en este apartado de la psicología oscura, todos estos trastornos de la personalidad son mucho más leves y encubiertos que en las patologías psiquiátricas puras.
Para tratar de evitar que estos manipuladores sociales nos “ataquen” inesperadamente, existen rasgos particulares que alertan sobre estas personalidades encubiertas, y que son diez puntos claves para entender la necesidad de existencia de la novedosa psicología oscura.
Esos diez puntos nos explican sobre los rasgos y las personalidades que estudia la psicología oscura, además de lograr identificar, a través de estos datos a los individuos pasibles de ser potenciales manipuladores. Hoy día, estas bases se utilizan para identificar (y evitar su ingreso) de potenciales candidatos en entornos académicos o laborales, lugares muy predispuestos a recibir el ataque de las prácticas de manipulación, y así eliminarlos de los procesos de selección.
Los diez puntos que explica la psicología oscura y que nos tienen que preocupar al momento de tratar con las demás personas con capacidad de interactuar en nuestro entorno presentan: 1. Un encanto personal de tipo distendido, con un gran atractivo al momento de iniciar las relaciones personales con las futuras “víctimas”. 2. Una inteligencia muy particular y en apariencia por encima del promedio habitual. 3. Una forma de actuar sin presentar incoherencias ni pensamientos fuera de lugar. 4. Una ausencia de nerviosismo ante las habituales situaciones tensionantes. 5. Arranques espontáneos de conductas antisociales sin justificación aparente. 6. Una llamativa incapacidad para identificar y demostrar sensación de vergüenza. 7. Una total dificultad para lograr un aprendizaje basado en la experiencia. Hacen lo que saben. 8. Una incapacidad para amar o demostrar afectos puros hacia las demás personas. 9. Relaciones afectivas dominadas siempre por una inestabilidad emocional casi infantil. 10. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpabilidad ante sus acciones negativas.
Los principios del estudio de la psicología oscura nos alertan que en cualquier persona donde se presentan las siguientes características, o una gran parte de ellas, es muy factible que nos hallemos ante e un individuo con rasgos de psicopatía subclínica o de bajo perfil:
Una forma de actuar sin presentar incoherencias ni pensamientos fuera de lugar. Una ausencia de nerviosismo ante las habituales situaciones tensionantes. Arranques espontáneos de conductas antisociales sin justificación aparente. Una llamativa incapacidad para identificar y demostrar sensación de vergüenza. Una total dificultad para lograr un aprendizaje basado en la experiencia.
Hacen lo que saben. Una incapacidad para amar o demostrar afectos puros hacia las demás personas. Relaciones afectivas dominadas siempre por una inestabilidad emocional casi infantil. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpabilidad ante sus acciones negativas.
La psicología oscura determina en estos casos que los sujetos en cuestión tienen una enorme falta de control sobre ellos mismos y que siempre actúan con una marcada insensibilidad, tomando a las demás personas como simples “cosas”, a las que no es válido darle una mayor entidad que la de simples cosas.
Si hablamos de psicología oscura, se puede decir que ésta es el arte y la ciencia de la manipulación y control, tanto de parte de los profesionales que buscan alertar a los ciudadanos de la existencia de los manipuladores seriales, como de parte de estos mismos manipuladores para lograr, por vía del “psicologismo”, manejar con mayor entidad a sus víctimas.
Si bien la psicología es el estudio del comportamiento humano y es fundamental para nuestros pensamientos, acciones e interacciones, el término psicología oscura es el fenómeno mediante el cual las personas usan tácticas de motivación, persuasión, manipulación y coerción para obtener lo que quieren.
Los profesionales que estudian psicología, dependiendo de la rama en la que se inclinen, puede que reconozcan el término “La tríada oscura”. Término éste que se refiere a lo que muchos criminólogos señalan como un elemento predictivo revelador de comportamientos potencialmente delictivos, y en menor magnitud de evidencia de relaciones problemáticas y constantemente rotas.
La mentada Tríada Oscura de la manipulación, siempre va a incluir en los individuos portadores de ella, claros rasgos de: Narcisismo: Donde el individuo deja trascender clara muestras egoísmo, grandiosidad en su forma de comportarse y falta de empatía para con los demás.
Maquiavelismo: Donde el individuo utiliza la manipulación psicológica para engañar y así explotar a los demás, haciendo gala de una falta total del sentido de la moralidad. Psicopatía: Gracias a este rasgo, altamente patológico, el manipulador social se presenta a menudo como un ser encantador y amigable, pero por debajo de este “disfraz” de humildad anímica, se caracteriza por la impulsividad, el egoísmo, la falta de empatía y la falta de remordimiento.
El componente prioritario de los que utilizan la psicología oscura como medio de sometimiento, son las tácticas de manipulación. Dichas tácticas pueden hallarse, “inocentemente” incluidas en avisos comerciales, anuncios de páginas de Internet, tácticas de venta e incluso en la forma de manejar el personal de muchos jefes y encargados.
Los adolescentes en forma habitual y reiterada utilizan comportamientos compatibles con los principios de la psicología oscura para tratar de lograr sus objetivos. Casi todas las personas, incluso las del núcleo más íntimo, a menudo utilizan (sabiéndolo o no), la manipulación encubierta y la persuasión oscura. Aunque parezca algo muy distante, estas tácticas son de uso habitual en la gente común y corriente.
Entre las múltiples estrategias que utiliza la psicología oscura, a través de los manipuladores sociales para cumplir con sus metas de sometimiento se halla las siguientes: La inundación de amor: Es la estrategia de los halagos constantes, del exceso de manifestaciones afectivas o de tratar de abrumar afectivamente a la otra persona para inmediatamente pedir un favor a cambio de todas esas expresiones amorosas.
La mentira: Los manipuladores utilizan los diversos trucos de la mentira para manejar las situaciones, así la exageración, el falseado de las situaciones, las verdades parciales o el armado de situaciones inexistentes son sus armas. La negación del amor: Apoderarse de la atención del otro y “secuestrarle” el afecto. La abstinencia afectiva: Objetivo que se logra evitando emocionalmente a la otra persona a través de las tácticas del silencio.
La restricción de las elecciones: El manipulador aporta a su “víctima” distintas opciones afectivas con el solo fin de distraer a la persona de una elección que ese manipulador desea que le otro no tome. La psicología inversa: Consiste en decirle a una persona que cumpla con algo puntual con la firme intención de llevar a esa persona a hacer lo contrario que, al final de cuentas, es el real deseo del manipulador.
La manipulación semántica: Consiste en el uso de determinadas palabras que, en principio se supone que tienen una definición dada, pero que el manipulador las tergiversa dándole un significado diferente. No nos olvidemos que las palabras tienen una potencia “manipuladora” son poderosas e importantes.
Mientras que algunas personas que usan estas tácticas oscuras saben exactamente lo que están haciendo y tienen la firme intención de manipular al otro para lograr su objetivo, otras usan tácticas oscuras y poco éticas aún sin ser ellos mismo plenamente conscientes de la gravedad de lo que están realizando y por ello son cuasi más peligrosas que los referentes del primer grupo.
Este último grupo de personas manejan ese tipo tácticas de la psicología oscura porque, tal vez las aprendieron inconscientemente tácticas durante la infancia de parte de sus padres, mientras que otros aprendieron esas mismas tácticas en la adolescencia o ya bien de adultos y por mera casualidad: Un día utilizaron una táctica de manipulación involuntariamente y “mágicamente” les funcionó, consiguiendo lo que buscaban. Por lo tanto, ante ese éxito inesperado, continuaron utilizando esas tácticas que los ayudaron a salirse con la suya.
No siempre la utilización de la psicología oscura es parte de un individuo con una mentalidad patológica. En algunos casos, las personas fueron deliberadamente capacitadas para utilizar esas tácticas oscuras, aunque parezca mentira. Los programas de formación laboral que enseñan las “adecuadas” tácticas de persuasión, no son más que recursos de la psicología oscura, que muy poco éticamente suelen ser incorporadas a los programas de ventas o las tácticas de marketing, sin asumir que usar la psicología oscura, es muchas veces nefasto y no… Un simple negocio.
Muchos de estos programas utilizan tácticas rescatadas de la psicología oscura para posicionar una marca comercial o vender un producto con el único fin de conseguir un lucro personal o a lo sumo una ganancia para la empresa, pero nunca para el cliente. Dado que estos programas de formación por vía de la psicología oscura persuaden a las personas de la utilización de estas tácticas manipuladoras no se salen de las reglas comerciales y además benefician al comprador, comprador que verá que su vida es mucho mejor al compran el producto o servicio.
Entonces, ¿Quiénes son los que usan la psicología oscura, y las tácticas de manipulación, para lograr un ansiado, y casi siempre esquivo, logro personal? Una escueta lista de “curiosos personajes” que se benefician de la psicología oscura y su tríada de manipulación dará un poco de luz al tema.
Quienes utilizan rutinariamente estas tácticas oscuras son: Los narcisistas: Todos los que cumplen con el diagnóstico clínico de narcisismo presentan un alto grado de autoestima, pero se trata de una falsa autoestima que esconde, por debajo, un crónico y severo complejo de inferioridad. Los narcisistas necesitan constantemente que otros validen su omnipotente e infantil creencia de ser individuos superiores. Estos narcisistas sueñan con ser adorados, elogiados y halagados, usando para ello, todas las tácticas de la psicología oscura: Manipulación, persuasión y muy poca ética.
Los sociópatas: las personas que cumplen con el diagnóstico clínico de la sociopatía a menudo son encantadoras, inteligentes, pero de repente demasiado impulsivas. Estos sociópatas, debido a la carencia de emocionalidad y capacidad de sentir remordimiento, usan las tácticas de la psicología oscura para construir una relación afectiva banal y luego de ello se aprovechan de las personas a las cuales “sometieron” manipuladoramente.
Los abogados: No todos los abogados, ero alguno de ellos, se obsesionan tanto con ganar su litigio que pueden recurrir al uso de tácticas de persuasión y psicología oscura, para lograr el resultado anhelado.
Los políticos y funcionarios: algunos políticos y personal gubernamental, utilizan los fundamentos de la psicología oscura y tácticas de persuasión oscuras para convencer a la gente de que tienen la razón y la solución para de este modo obtener los ansiados votos.
El personal de ventas: Muchos vendedores se obsesionan tanto con conseguir una venta que no dudan en utilizar las tácticas de la psicología oscura para motivar y persuadir al cliente para que adquiera su producto. Los líderes: Es común que en el trabajo de liderazgo se usen tácticas nacidas de la psicología oscura para conseguir mejorar el cumplimiento, una mayor predisposición o un mejor nivel de respuesta de los subordinados.
Los oradores públicos: Según el nivel de compromiso o el nivel de fanatismo, hay oradores que usan las tácticas oscuras para exaltar la emocional de la audiencia para potenciar su propia capacidad de convencimiento. La gente egoísta: Este tipo de individuos suelen echar mano las tácticas de la psicología oscura, utilizando esas tácticas para satisfacer sus propias necesidades, incluso a expensas de otras personas, sin importarles los resultados finales de ganar o perder.
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