Psicologia de la obesidad [1]
[Parte uno] La obesidad y su compleja relación con la mente, el ánimo y las emociones hacen que su resolución sea uno de los más difíciles de la medicina
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la obesidad es la más compleja de las enfermedades humanas, confluyendo en su aparición y perpetuación, factores de tipo genéticos, orgánicos y psicológicos. Desentrañar los mecanismos emocionales de una enfermedad anímica por excelencia, puede aportar al paciente mejores mecanismos de defensa contra el sobrepeso. La psicología humana es muchas veces difícil de explicar sucintamente, pero vamos a tratar de hacerlo.
Encarar un plan de reordenamiento alimentario y variar las conductas alteradas no exige ser inteligentes ni sabios, exige simplemente ser racionales (como todo humano debería ser por naturaleza), y usar el sentido común.
¿Qué es ser racional?: Actuar haciendo caso a los impulsos de defensa que nos avisan si algo es peligroso o no, y sumarle a ello la capacidad de juicio y discernimiento para evaluar si lo que se presenta ante nosotros debe ser tomado o dejado; Esto es actuar en forma racional.
Si alguien ofrece hacernos bajar de peso comiendo todo lo que tengamos en ganas, y nosotros tomamos esta opción como válida, no estamos actuando racionalmente porque sentimos que algo instintivo nos avisa del peligro, pero la parte consciente que debe oír ese llamado lo ignora en aras del cambio mágico, de la solución ideal o de la olla de oro al final del arco iris. No ser racional en situaciones anímicamente traumáticas como la obesidad no es pecado, más bien es un lógico sistema de defensa ante la angustia que produce la pérdida del cuerpo idealizado.
Los mecanismos de defensa psicológica, referidos por Sigmund y Anna Freud, son una especie de cortocircuitos emocionales que la psiquis utiliza para evadir, tapar o atenuar las realidades penosas. Todos estos mecanismos tienen por finalidad (al igual que las compulsiones y adicciones), evitar un mal mayor al organismo, tanto en lo anímico como en lo físico. De estos mecanismos para “alterar la realidad” (de los que hay una veintena de ellos), algunos son beneficiosos, otros sirven como paliativo del dolor producido por la pérdida de un objeto amado, y el resto actuarán más negativamente de lo que originalmente buscaron corregir.
Los mecanismos humanos de defensa psicológica son: Acción inversa, aislamiento, anulación, desplazamiento, disociación, formación reactiva, identificación, identificación con el agresor, incorporación, intelectualización, introyección, negación, proyección, racionalización, regresión, represión, simbolización, sublimación y sustitución. De todos ellos, que no viene al caso explicar detalladamente, los más nefastos para el crecimiento psicológico del individuo son la negación (desconocer o ignorar la existencia del problema), la regresión (evadir el problema volviendo psicológicamente a etapas anteriores de la vida), la represión (reconocer la existencia del problema pero no poder manifestar los sentimientos que el mismo provoca) y la proyección (trasladar hacia otra persona la emocionalidad del problema, argumentando el clásico: “..Me pasó por tu culpa”).
Continuará…
Encarar un plan de reordenamiento alimentario y variar las conductas alteradas no exige ser inteligentes ni sabios, exige simplemente ser racionales (como todo humano debería ser por naturaleza), y usar el sentido común. ¿Qué es ser racional?: Actuar haciendo caso a los impulsos de defensa que nos avisan si algo es peligroso o no, y sumarle a ello la capacidad de juicio y discernimiento para evaluar si lo que se presenta ante nosotros debe ser tomado o dejado; Esto es actuar en forma racional.
Si alguien ofrece hacernos bajar de peso comiendo todo lo que tengamos en ganas, y nosotros tomamos esta opción como válida, no estamos actuando racionalmente porque sentimos que algo instintivo nos avisa del peligro, pero la parte consciente que debe oír ese llamado lo ignora en aras del cambio mágico, de la solución ideal o de la olla de oro al final del arco iris. No ser racional en situaciones anímicamente traumáticas como la obesidad no es pecado, más bien es un lógico sistema de defensa ante la angustia que produce la pérdida del cuerpo idealizado.
Los mecanismos de defensa psicológica, referidos por Sigmund y Anna Freud, son una especie de cortocircuitos emocionales que la psiquis utiliza para evadir, tapar o atenuar las realidades penosas. Todos estos mecanismos tienen por finalidad (al igual que las compulsiones y adicciones), evitar un mal mayor al organismo, tanto en lo anímico como en lo físico. De estos mecanismos para “alterar la realidad” (de los que hay una veintena de ellos), algunos son beneficiosos, otros sirven como paliativo del dolor producido por la pérdida de un objeto amado, y el resto actuarán más negativamente de lo que originalmente buscaron corregir.
Los mecanismos humanos de defensa psicológica son: Acción inversa, aislamiento, anulación, desplazamiento, disociación, formación reactiva, identificación, identificación con el agresor, incorporación, intelectualización, introyección, negación, proyección, racionalización, regresión, represión, simbolización, sublimación y sustitución. De todos ellos, que no viene al caso explicar detalladamente, los más nefastos para el crecimiento psicológico del individuo son la negación (desconocer o ignorar la existencia del problema), la regresión (evadir el problema volviendo psicológicamente a etapas anteriores de la vida), la represión (reconocer la existencia del problema pero no poder manifestar los sentimientos que el mismo provoca) y la proyección (trasladar hacia otra persona la emocionalidad del problema, argumentando el clásico: “..Me pasó por tu culpa”).
Continuará…
Suscribite a la Fundación
Cómo podés colaborar con la Fundación?
Con tu suscripción mensual, la 'Fundación Sueños y Utopías' podrá continuar con la labor que desarrolla desde hace doce años en la prevención de la obesidad y la malnutrición infantil, el aporte alimentario a los niños chicos con carencias alimentarias y el adecuado control del estrés y los trastornos de ansiedad.
SuscribirmeAyudanos a Ayudar
Cómo podés colaborar con la Fundación?
El diario digital Un Espacio de Salud es un medio de la “Fundación Alimentaria Sueños y Utopías”, entidad civil sin afán de lucro, para la Prevención de la Obesidad y la Malnutrición Infantil. Desde aquí agradecemos a todos los amigos que nos siguen, compartiendo las notas y respaldando, con su buena voluntad, a cada uno de los patrocinadores que amablemente nos acompañan.
Colocá un enlace en tu sitio