La perfección animal

La naturaleza regula la alimentación para evitar la obesidad a toda costa. El ser humano, al trasgredir esas reglas fue víctima de los sobrepesos

La naturaleza animal mantiene un equilibrio alimentario rayano con la perfección nutricional, y que sería la envidia de cualquiera de nosotros. El animal no tiene por la comida mas afinidad que su propia supervivencia; No hay gratificación, placer o emocionalidad para con los alimentos como sucede con los seres humanos puesto que el animal come para sobrevivir, el ser humano come para disfrutar.

Yendo a la comprobación fiel del equilibrio nutricional de los animales, sobre todo de los mamíferos superiores, que son los del mismo grupo que el hombre, tomemos como ejemplo uno de los grandes felinos, el león, para tratar de tender un paralelismo con el ser humano. Un león adulto, en condiciones de normalidad se alimenta cada tres días como promedio; En momentos de dificultad nutricional por ausencia de las grandes manadas de presas (búfalo, cebras, ñues), su rutina alimentaria lo lleva a comer apenas una vez cada diez días.

Investigadores confiables comprobaron que la ingesta promedio de un león adulto es de siete kilos de carne en cada comida: Es decir siete kilos cada tres días. En los severos casos de emergencia, esa misma ingesta se incrementa hasta los veinticinco kilos de carne (25 kilos en diez días). Considerando que por tamaño y características anátomo-fisiológicas de las presas, el valor calórico de su carne puede ser similar a la de la carne vacuna tendremos que por cada 100 gramos de alimento consumido el león recibe un aporte de 150 Calorías.

Yendo a las inequívocas matemáticas podemos llegar a las siguientes conclusiones: 1. Consumiendo siete kilos de carne cada tres días (las condiciones alimentarias habituales) el león ingresa un total de 10.500 Calorías. 2. Si el ingreso alimentario llega a los veinticinco kilos de carne cada diez días (condiciones de emergencia alimentaria) el total calórico de la ingesta es de 37.500 Calorías. 3. De estos datos podemos concluir que si los ingresos alimentarios se cumplieran día por día (como en la alimentación humana), el ingreso calórico diario del león sería de 3.500 Calorías en el primer caso (alimentación cada tres días) y de 3750 Calorías en el segundo (alimentación cada diez días). 4. Contando que el peso de un león es, en promedio, tres veces mayor que el de un hombre, si trasladamos los valores antedichos al volumen y tamaño del individuo, el ingreso calórico diario sería de 1.400 y 1.500 Calorías respectivamente. 5. Con 1.500 Calorías diarias, cualquier persona baja de peso y se puede mantener delgado en extremo como lo hacen los leones en su hábitat natural.

Esta es una forma de certificar que la obesidad es esencialmente un padecimiento humano por excelencia… ¿Pero es en verdad una enfermedad, o una simple falta de cumplimiento a las originales reglas de juego? Ese interrogante, difícil de responder, es la llave maestra en la resolución del sobrepeso y la obesidad.