El mal uso de los diuréticos

Es habitual en los tratamientos para la obesidad la indicación de diuréticos directos ante cualquier instancia de freno del adelgazamiento

Si hablamos de diuréticos, sobre todo los indicados en los tratamientos para corregir la obesidad o el sobrepeso, históricamente podemos ver que existieron más casos de descompensación y muertes en los tratamientos para la obesidad, por el uso inapropiado de diuréticos mayores, que por el de anfetaminas.

Al tratar el tema del uso de diuréticos con tal severidad, no quiere decir que en curso de un tratamiento médico para la obesidad no haya que utilizar en algún momento de este una terapéutica de corrección del agua corporal. Lo que hay que hacer siempre, es un adecuado diagnóstico del volumen de agua del paciente; analizar si esos niveles de agua son los habituales para la instancia del tratamiento que está transitando y evaluar si el organismo está utilizando el recambio de agua como sistema de defensa y protección del peso.

Recién con todos estos datos en la mano se decidirá si es necesario reordenar los niveles del agua corporal. Lo que sí es un decálogo básico, haya o no haya evidencias de trastornos del metabolismo del agua, respetar los siguientes pasos: Tener siempre un diagnóstico preciso de la cantidad de agua corporal total de nuestro paciente.

Nunca, por más que se encuentre un exceso relativo de agua corporal, medicar con diuréticos (de cualquier tipo que sean) al comienzo de un tratamiento de adelgazamiento. No tentarse de utilizar diuréticos ante la primera instancia de freno del ritmo de adelgazamiento, No utilizar diuréticos porque el paciente refiere simplemente “retener líquidos” o “sentirse hinchado”.

Aunque estemos en el momento adecuado y con el paciente adecuado, nunca se deben utilizar diuréticos directos, salvo que sean en mínimas dosis y como complementación de un bloqueo farmacológico de la hormona aldosterona. Tratar de mejorar los ritmos de adelgazamiento con diuréticos, va a tener un beneficio momentáneo, pero a un costo infinitamente alto con posterioridad.

Adelgazar no es perder peso, es perder tejido adiposo (grasa). Perder peso con diuréticos tiene el mismo valor que perder peso porque le amputaron una pierna. Se puede pesar menos, pero no por ello estar delgado. Saber que muchas veces una Diabetes Insípida se desencadena como consecuencia del uso de diuréticos mayores sin un diagnóstico de certeza.

Nunca combinar, sin diagnóstico de certeza, medicaciones que alteren el equilibrio del medio interno (diuréticos), con otras que aceleren el funcionamiento del organismo (anfetamínicos, hormonas tiroideas), pues se pueden convertir en combinaciones de altísimo riesgo para la salud y la vida.

El total de los fármacos con efecto diurético del mercado farmacológico (salvo la Spironolactona), son los denominados diuréticos directos cuya única función es tratar de eliminar líquidos del organismo sin tener en cuenta si los mismos están por encima o por debajo de lo normal.