El estrés crónico social [parte 4]
Es el trastorno de ansiedad eminentemente humano y el más destructivo enemigo del hombre civilizado. (Parte cuatro)
En los humanos, además de la supervivencia laboral; el suministro de alimentos, la contaminación, la disponibilidad de recursos y la interacción con gran número de otros individuos son elementos socialmente desequilibrantes. Si la persona se protege de los agentes ambientales nocivos, encuentra las condiciones para satisfacer sus necesidades y no se enfrenta a situaciones en las que se vea forzada a interactuar con muchos otros sujetos, la densidad de población no parece tener el efecto adverso sobre la capacidad defensiva o la salud, cosa que sí sucede con los demás animales.
En estos mismos animales, por ejemplo, las ratas, el hacinamiento y la falta de alimentación adecuada provoca, en primer lugar, agresión física entre los miembros del grupo y posteriormente agresiones sexuales indiscriminadas.
En los conglomerados urbanos con características de hacinamiento similares, las respuestas también son similares, primero aparece la violencia social y con el correr del tiempo, de no mejorar las condiciones, aumentan los casos inexplicables de violencia sexual (violaciones).
Cambio: Es uno de los elementos estresantes más importantes. ¿Quién no ha experimentado un estado de ansiedad ante la posibilidad de tener que enfrentar un cambio por mínimo que sea? Cualquier suceso que interfiera en el logro de las necesidades de amor, afecto, autoestima y satisfacción; así como la pérdida del rol que esa persona ha logrado en su comunidad, o la desaparición de las relaciones socialmente significativas, son elementos potencialmente estresantes para cualquier individuo.
La pérdida de seguridad económica actúa del mismo modo. Según Holmes y Rahe en su “Social Readjustmen Rating Scale” (Escala de Readaptación Social), muchas enfermedades orgánicas y psicológicas están asociadas a grandes cambios económicos en la vida de la persona, cambios que casualmente ocurrieron en forma inmediata anterior a la detección de la enfermedad.
Conflicto: Se produce como consecuencia de la fricción o enfrentamiento entre dos fuerzas emocionalmente opuestas; Los conflictos son raíz y motor de los cambios sociales.
Todas las personas, conscientemente o no, se esfuerzan por el logro de metas, de aceptación de sus pares o de recompensa material o espiritual; Pero de lo que sí son plenamente conscientes es del peligro que la lucha por estos objetivos es capaces de acarrear en su relación con los demás miembros de la sociedad.
Los conflictos humanos se pueden agrupar básicamente de dos grupos:
• Conflictos competitivos: Como su nombre lo indica son sinónimo de enfrentamiento. Se dan en individuos que deben luchar para lograr un fin que solamente será para uno de ellos; Por ejemplo, lograr un ascenso laboral o ganar una competencia deportiva.
Este tipo de conflictos le aportan a la persona beneficios muy positivos al evitar el estancamiento, estimular el interés y despertar la curiosidad. El conflicto competitivo es un mecanismo por el cual pueden resolverse y solucionar los desequilibrios y diferencias interpersonales.
Conflictos Cooperativos: En estos casos existe una situación de enfrentamiento entre personas que deberían tener objetivos en común y no estar confrontando entre sí; Por ejemplo, los miembros de un matrimonio o los partícipes de una sociedad. Este tipo de conflictos suelen producir efectos destructivos sobre uno o todos los individuos participantes, pues un potencial aliado pasa a convertirse, de un momento a otro, en un adversario.
En estos mismos animales, por ejemplo, las ratas, el hacinamiento y la falta de alimentación adecuada provoca, en primer lugar, agresión física entre los miembros del grupo y posteriormente agresiones sexuales indiscriminadas. En los conglomerados urbanos con características de hacinamiento similares, las respuestas también son similares, primero aparece la violencia social y con el correr del tiempo, de no mejorar las condiciones, aumentan los casos inexplicables de violencia sexual (violaciones).
Cambio: Es uno de los elementos estresantes más importantes. ¿Quién no ha experimentado un estado de ansiedad ante la posibilidad de tener que enfrentar un cambio por mínimo que sea? Cualquier suceso que interfiera en el logro de las necesidades de amor, afecto, autoestima y satisfacción; así como la pérdida del rol que esa persona ha logrado en su comunidad, o la desaparición de las relaciones socialmente significativas, son elementos potencialmente estresantes para cualquier individuo.
La pérdida de seguridad económica actúa del mismo modo. Según Holmes y Rahe en su “Social Readjustmen Rating Scale” (Escala de Readaptación Social), muchas enfermedades orgánicas y psicológicas están asociadas a grandes cambios económicos en la vida de la persona, cambios que casualmente ocurrieron en forma inmediata anterior a la detección de la enfermedad.
Conflicto: Se produce como consecuencia de la fricción o enfrentamiento entre dos fuerzas emocionalmente opuestas; Los conflictos son raíz y motor de los cambios sociales. Todas las personas, conscientemente o no, se esfuerzan por el logro de metas, de aceptación de sus pares o de recompensa material o espiritual; Pero de lo que sí son plenamente conscientes es del peligro que la lucha por estos objetivos es capaces de acarrear en su relación con los demás miembros de la sociedad.
Los conflictos humanos se pueden agrupar básicamente de dos grupos: • Conflictos competitivos: Como su nombre lo indica son sinónimo de enfrentamiento. Se dan en individuos que deben luchar para lograr un fin que solamente será para uno de ellos; Por ejemplo, lograr un ascenso laboral o ganar una competencia deportiva.
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